En éste caso el asunto se ha tratado de un empleado interino de la administración que ha venido prestando servicios laborales mediante sucesivos contratos temporales. En principio los contratos eran legales. El interino presenta demanda de despido contra la finalización del último contrato que es estimada en la instancia declarando el despido improcedente y revocada por la sentencia recurrida que entiende que las irregularidades darían lugar a la nulidad del contrato, desestimando la demanda.
Para esta sentencia se ampara en la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la U.E. que establece que los órganos judiciales internos deben comprobar si cuando hay una sucesión de contratos temporales en el ámbito de la administración, éstos tratan de atender necesidades provisionales o intrínsecas de la figura contractual utilizada, pero no para cubrir necesidades permanentes y duraderas ajenas a la finalidad propia del contrato utilizado.
Cuando se incumple la finalidad prevista en el contrato porque es utilizado para cubrir objetivos distintos de los que resultan inherentes a la modalidad contractual elegida no estamos en presencia de una nulidad total del contrato sino de una situación de fraude de ley en la contratación con consecuencia de la consideración del contrato como indefinido y la calificación del cese como despido. En cualquier caso las sentencias van variando y hay muchas recientes sentencias sobre esta materia, por lo que les aconsejamos que en caso de duda consulten con nuestro despacho de abogados laboralistas y concierte una visita personal.